viernes, 30 de octubre de 2009

Calaverita.


La ancestral huesuda, no quiere quedarse perdida en el tiempo,

así que un buen día decidió empezar a navegar en Internet.

Visitó a los huesudos modelos de Contempo,

pero no eran tan bellos como su amado Monet


Sus huesudos dedos tecleaban torpes,

sin saber como ser aceptada en las redes sociales,

conseguir gente, buscar un amigo

o de paso encontrar otro ente.


Pero no le fue fácil,

esconder su corazón vil,

en el fondo quería encontrar más

gente para llevarlas al otro mundo.


Hasta que entró a Nirvana,

y pensó le escribía a una Ana,

celosa por no despertar mi inspiración

cayó en la desesperación.


¡Tanta visita y no estoy yo!

Más de cuatro mil, y nada para mi


Un hechizo en la página dejó,

que se rompe si vas al espejo;

festeja que estás vivo

y tienes tu corazón activo.

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