miércoles, 20 de mayo de 2009

En el nombre de Dios.

Bajo el abrigo de sus sotanas y del gobierno que cobija cualquier abuso de la iglesia gracias a los intereses económicos y de todas las propiedades de la iglesia católica en lo largo y ancho del mundo, recientemente a una de las religiones más populares, de unos años para acá, se le han sacado bastantes trapitos al sol, recientemente en Irlanda se dio a conocer que monjas y curas católicos abusaron de miles de niños en sus escuelas a partir de la década de 1930 y el gobierno hizo caso omiso por detener las golpizas y violaciones, según una controvertida investigación oficial de nueve años.

Según el informe, los abusos sexuales eran perpetrados principalmente en instituciones para varones, manejadas principalmente por la orden de los Hermanos Cristianos.

Las niñas supervisadas por órdenes de monjas, principalmente las Hermanas de la Misericordia, padecían menos abusos sexuales, pero sí golpes y humillaciones con el objeto de hacerlas sentir despreciables.

'En algunas escuelas se aplicaban rutinariamente golpizas rituales... Se golpeaba a las niñas en todas partes del cuerpo con artefactos diseñados para provocar el máximo dolor'', dice el informe. ''Se las denigraba personalmente y a sus familias''.

Desde hace tiempo, las víctimas del sistema exigen que se documenten y publiquen sus experiencias para que los niños irlandeses no vuelvan a padecer semejantes sufrimientos.

La respuesta de la mayoría de los líderes de las órdenes religiosas fue un rechazo a las denuncias, afirmando que eran exageradas y mentirosas. En último caso responsabilizaron a individuos que ya fallecieron.

El informe concluye que las autoridades eclesiásticas defendían a los pederastas, para preservar sus intereses.

'Un clima de miedo generado por castigos constantes, excesivos y arbitrarios impregnaba la mayoría de esas instituciones y todas las de varones. Los niños vivían aterrados, sin saber de dónde vendría la golpiza siguiente'', destaca el informe.

No debería cuasar alarma, si es la misma iglesia que en tiempo de mi general Álvaro Obregón mientras maquinabas su asesinato, tenían suficientes manos para administrar la guerra cristera, cerrando iglesias en todo el país para privar a los mexicanos que, venían heridos de la revolución, de todo consuelo divino, pusieron en jaque al comercio promoviendo un sabotaje al gobierno y casi, casi poniendo de rodillas al gobierno de Plutarco Elías Calles, la misma iglesia que motivaba a la gente enardecida a no defender su patria, durante la invasión de Estados Unidos a México, donde perdimos más de la mitad de nuestro territorio nacional, los sacerdotes se encargaron de recalcar el “no matarás” para que los gringos no encontraran resistencia alguna a su paso, rumbo a la capital.

Si las conquistas y guerras santas, usadas por el Vaticano y por Corán, también hay que decirlo, han dejado muerte y terror a su paso, ¿quién les iba a impedir abusar de niños indefensos?

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