domingo, 10 de mayo de 2009

Autocontrol.

Duermo del lado izquierdo de la cama y al despertar bajo el pie izquierdo y lo detengo en el aire porque sé que es de mala suerte, me incorporo y piso con el derecho; camino como puedo, arrastrando los pies, tomo agua y cuando el vaso está en mis labios veo que tomé un vaso sucio y lo regreso a la mesa.

Creo que puedo estar muy orgulloso de cómo me he controlado durante tanto tiempo, pero sobretodo de cómo me controlo cuando estoy frente a ti, de cómo controlo mi vista para no perderme en tus ojos, de cómo frunzo el ceño para no verte con cara de baboso, de cómo disimulo y me abrazó a mi mismo para tener a mis brazos bajo control y no abrazarte para no soltarte jamás, de cómo mantengo el contacto visual para no seducirme con tu escote, me congratulo tanto de mi autocontrol, pero la peor parte es cuando me tengo que morder la lengua y los labios y no rematar con un beso, incluso hasta tomo distancia para que si pierdo el control tú decidas si te quitas o me esperas, lo malo es que nunca lo he perdido y no me pienses mal, sólo digo esto para que no creas que soy distante, siendo que la realidad estoy muy cercano a ti.

No pienses que no me importas, si en lo único en lo que pienso es en ti, lo que sucede es que me puedo desbordar en amor, pero me autoncontrolo, me flagelo y me detengo como lo hago siempre porque sé que tú estás con alguien más.

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