Es demasiado guapa, ¿no será el diablo?

Lo supe desde un principio esa mujer me destrozaría la vida. Aun así me acerqué a ella, por estúpido o porque yo estaba cayendo al vacío y ella era la fuerza de gravedad que tarde o temprano me despedazaría con el impacto.

Pero me ofreció un trato, prometió besarme antes de que ella pudiera partir, a cambio le ofrecería toda mi atención, ella se iba a convertir en mi zahir, no podía pensar en nadie más, todo lo que hiciera sería para alabarla a ella, iba a estar presente desde mis más dulces novelas, hasta mis mensajes más coléricos, me hizo jurarle que por ella odiaría, pelearía y amaría. Todo por ese beso, que imagino va a ser como el de las películas, de esos en los que la cámara gira, simbolizando que por ese momento nosotros vamos a ser el eje del mundo y todo lo demás puede girar sin que a nosotros nos importe.

Sale sobrando que diga que ese beso no ha llegado, ella ya se fue, pero me sigue persiguiendo mientras duermo, me sigue engañando e ilusionando con fantasías donde en las noches ella es mía, y le creo, pero despierto y en la vida real, cuando la veo con la luz del sol, está con otro, y ellos tienen pruebas, tienen su Facebook, sus fotos –porque se cree divina– y yo no tengo nada, ¿quién me va a creer las promesas de amor que me hace?, ¿quién me va a creer que viene a mi cama todas la noches?, ¿quién me va a creer que en secreto me dice que me ama, solo a mi?

Es un problema que me atormenta de noche, antes de dormir planeo hablar con ella, decirle que la odio y la desprecio, que no la quiero volver a ver jamás, pero esa sonrisa, me desarma, estoy seguro que ella es el diablo y en el fondo lo que anhela es que le entregue mi vida para pasar una eternidad en ese sueño, total; duele igual verla partir de día que dejarme morir con ella de noche.



"Según el escritor Jorge Luis Borges, la idea del zahir proviene de la tradición islámica y, según se piensa, surgió hacia el siglo XVIII. En árabe zahir quiere decir 'visible', 'presente', 'incapaz de pasar desapercibido'. Es algo o alguien que, al contactarlo, termina por ir ocupando poco a poco nuestro pensamiento, hasta el grado que no logramos concentrarnos en nada más.
Esto se puede considerar santidad o locura".